El palo enjabonado

El llamado juego del "palo enjabonado", o palo ensebado, también conocido como "cucaña", ha sido una tradición muy presente en las fiestas patronales donde todo es jolgorio, algarabía, olor a manjares populares y clima de fiesta, y la gente (históricamente participantes masculinos) escala un poste engrasado otorgándose al ganador -el que pueda llegar a la punta sin caer- premios y distinciones.
Esta costumbre nació en el sur de Italia (claro, por supuesto) y fue adoptada por distintas culturas de distintas regiones del mundo.
En Vellohomo también jugaremos hoy al palo enjabonado, sólo que no nos quedaremos únicamente con el palo, y enjabonaremos también todo el resto. Así es más divertido.
El premio para el ganador es sorpresa, pero no cuesta mucho imaginarlo.



































































Comentarios

  1. me encanto la 75... aunque el palo no aparece en la foto... imagino que lo tendría el fotógrafo....

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    1. El señor de la 75 está pidiendo a gritos jugar al palo enjabonado...!!!, lo que son las tradiciones populares...

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  2. Acuerdo con vos, la gracia esta en enjabonar todo no solo el palo, si bien eso es bien rico

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    1. Después de todo, después de jugar, TODOS vamos a terminar enjabonados hasta la médula, no?

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    2. Seria lo optimo, enjabonados y extasiados, me hiciste dar interés por los juegos populares

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  3. Que el jabón puede mejorar el hecho de que se deslice mejor, no?

    XOXO

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  4. Franco querido:
    Le estás donde un SAAAAABOOOOOOR especialmente exquisito a mi día y creo que también al resto de los contertulios, con todas estas imágenes. Sólo puedo agregarte que el verbo ENJABONAR, es el mejor verbo que se puede conjugar !!!!!.....me ofrezco voluntariamente para participar.
    Ale from Chile

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  5. Una de las primeras galerías de Franco que vi era de cuerpos varoniles enjabonados. Qué placer verlos de nuevo, cuando traen tantas memorias de hombres en duchas compartidas. Y cuando un amigote te pide que le lave la espalda, lo único caballeroso es de concederle el favor, ¿verdad?

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