Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
Hola a todos! Cambia, todo cambia. Casi toda mi vida detesté el amarillo. El verde también, porque era el color dominante de mi uniforme escolar. Incluso el naranja. Tal vez haya sido porque éstos derivan del amarillo. Ahora no me disgusta, aunque mi preferido sea otro. Pero hoy soy fan del amarillo gracias a tu post. Hermoso, Franco!
ResponderEliminarBuen fin de semana para todos.
Emeka,
ResponderEliminarMe hiciste pensar en todas las cosas que odié (o al menos no me gustaban) toda mi vida, y de pronto, por algún viento inesperado que te hace dar vuelta las páginas, cambiar miradas o puntos de vistas, decís: "tan feo no era esto". Y si estás pensando en algún tipo de práctica sexual... SI!, también me refiero a eso.
Me alegro que hayas disfrutado de tu color no favorito. Besos!
Tremendo post! Me encantó 😍
ResponderEliminarGrandioso post. En la variedad está el gusto, teniendo como denominador común los atributos íntimos de cada hombre 😄
ResponderEliminar