Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
Q placer la oralidad, se receta pa todos los días, pero con especialidad en viernes, si viene acompañado de algo mas, mejor
ResponderEliminarY es muy útil en tiempos de pandemia, por ejemplo, para testear si se ha perdido el gusto o no..., (sí, mucho más placentero que el hisopado, no?)
EliminarUuuuuy Franco......es simplemente un placer impagable. Una experiencia exquisita !!!!
ResponderEliminarAle