De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
En la cocina, son las cosas calientes lo mejor para llenarse la boca. Aún que sea grande, se hace necesario que preparando el desayuna, tu pareja se pegue a tu espalda, aún que solo sea para acariciarte mientras su verga presiona entre los gluteos.
ResponderEliminarPrecisamente el desayuno es de mis momentos del día favoritos, recién levantados de la cama, se puede compartir con el amante la intimidad de compartir la mesa a medio vestir, en bata, o desnudos, mientras el aroma del café lo envuelve todo. Siempre lo he disfrutado mucho
ResponderEliminarFranco, yo con tus posts entro al túnel del tiempo. Te acordás de la canción que decía "haciendo el amor en la cocina"? No recuerdo quién la cantaba. Sería Silvina Garré?
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