Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
Woow! Tu seleccion de fotos son de lo mejor,aun las que no me gustan tienen algo que hace que no me desagrade del todo.
ResponderEliminarBuenas imagenes, del tiempo en que se definía al hombre viril como de "pelo en pecho". Antes de la aberración de afeitarse el vello.
ResponderEliminarImpresionante. Siempre digo lo mismo, pero es que los pollones y los cojonazos de las fotos vintage no tienen comparación a lo que hay ahora, de lo que siempre podré pensar que es resultado de la era digital...
ResponderEliminarUn beso
Semental,
ResponderEliminarGracias!, aprecio mucho tu comentario. Pasa siempre que las fotos difieren mucho entre la temática, la calidad, y el mismo atractivo que cada una posee. Me gusta mucho jugar con esa combinación para hacer un post que pueda ser interesante.
Anónimo,
Todo vuelve, incluso hasta el concepto del macho de pelo en pecho. Hoy, tal vez, estemos en la era del "pelo en cara", por como se usa la barba, cosa que me fascina. Tal vez vuelva también la moda de dejar el vello corporal al natural. Que así sea!
Conrado!
Tanto tiempo! gracias por tus palabras. No es casual que en este blog se vea tanto material vintage. Nos encantan esos pollones y esos cojonazos. El asombro que sentimos por la desnudez masculina y sus atributos contundentemente mostrados, parece ser que se suplantara por otra manera de asombrar. Pero aquí sabemos que esa esencia no será reemplazada por ninguna técnica aparentemente más asombrosa.
Saludos!