Que bonitas fotos vintege. Me gustan porque muestran hombres tal cual, sin photoshop, al natural. Son reflejo de toda una época, en la que no primaba el artificio, tampoco había tanta libertad como la que hemos vivido hasta antes de la pandemia. Un abrazo.
Un lujo. Adhiero a lo que dice Germán. Los cuerpos al natural, sin depilar y especialmente sin tatuajes, tan poco eróticos. Hay hasta cierto aire de inocencia, un remanso. Fabrice
De otra época, antiguas, sí, pero llenas de belleza, naturales, y ciertamente con algo de inocencia en cada semblante, en cada actitud. Inspiran tranquilidad, ternura, y claro, nostalgia. Un abrazo Germán, otro para tí Fabrice, y otro mas para el responsable de esta maravilla de páginas, Franco. Henri.
Gracias Germán, Fabrice y Henri, Antes del photoshop, de los tatuajes (que no dejan ver nada), de los recortes de vello púbico tan odiosos, y hasta de cierta rutina en la profesión del porno gay, tenía una belleza natural. Por suerte esas imágenes pueden llegar hasta hoy, y en VH siempre tendrán su espacio para ser admiradas. Bueno, son puntos de vista, algo de lo que, justamente, hablaremos mañana. Abrazos
Que bonitas fotos vintege. Me gustan porque muestran hombres tal cual, sin photoshop, al natural. Son reflejo de toda una época, en la que no primaba el artificio, tampoco había tanta libertad como la que hemos vivido hasta antes de la pandemia. Un abrazo.
ResponderEliminarUn lujo. Adhiero a lo que dice Germán. Los cuerpos al natural, sin depilar y especialmente sin tatuajes, tan poco eróticos. Hay hasta cierto aire de inocencia, un remanso.
ResponderEliminarFabrice
De otra época, antiguas, sí, pero llenas de belleza, naturales, y ciertamente con algo de inocencia en cada semblante, en cada actitud.
ResponderEliminarInspiran tranquilidad, ternura, y claro, nostalgia.
Un abrazo Germán, otro para tí Fabrice, y otro mas para el responsable de esta maravilla de páginas, Franco. Henri.
Gracias Germán, Fabrice y Henri,
ResponderEliminarAntes del photoshop, de los tatuajes (que no dejan ver nada), de los recortes de vello púbico tan odiosos, y hasta de cierta rutina en la profesión del porno gay, tenía una belleza natural. Por suerte esas imágenes pueden llegar hasta hoy, y en VH siempre tendrán su espacio para ser admiradas.
Bueno, son puntos de vista, algo de lo que, justamente, hablaremos mañana.
Abrazos