Sí, siempre volverán, son ellos, los "letales". No necesariamente bellos, pero temibles. Temes enamorarte de ellos, temes que te hagan sufrir, temes no poder quitártelos de la cabeza, temes no pensar, temes que te miren, temes que no te miren, temes estar pendiente de sus llamados, de cada movimiento que hagan o no hagan, temes serles fiel, temes que te hagan feliz, temes que te hagan infeliz, y temes muchas cosas más porque son lo que son, adorables hombres letales que te harán sentir único, y temerosamente vulnerable.
Los brazos, los abrazos, dulce refugio, cobijo, con esos vellos que nos cuentan que nos deparará el resto.
ResponderEliminarFabrice
Fabrice,
ResponderEliminarMe encantó tu frase "esos vellos que nos cuentan qué nos deparará el resto". Entonces la excitación que recorre todo el cuerpo en una especie de frisson (esa sensación que no se puede decir con palabras) cuando algo te hace saber o intuir todo lo que vendrá... es precisamente el primer paso al hacer el amor. Que también funciona cuando ese "menú" de lo que vendrá se dice verbalmente y de cientos de maneras diferentes...
caliente!!
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