Sí, siempre volverán, son ellos, los "letales". No necesariamente bellos, pero temibles. Temes enamorarte de ellos, temes que te hagan sufrir, temes no poder quitártelos de la cabeza, temes no pensar, temes que te miren, temes que no te miren, temes estar pendiente de sus llamados, de cada movimiento que hagan o no hagan, temes serles fiel, temes que te hagan feliz, temes que te hagan infeliz, y temes muchas cosas más porque son lo que son, adorables hombres letales que te harán sentir único, y temerosamente vulnerable.
Se dice que una cara sin bigote es como un huevo sin sal. La aparición de la pelusilla en la cara de un muchacho es la primera muestra visible de su virilidad (la otra más abajo no se ve). Bigotes poblados, ralos, exuberantes, finitos tipo Adolphe Menjou de los años 30, en pareja con la barbilla para formar el "candado", tienen la gran virtud de hacernos esas cosquillitas deliciosas al besar. Hasta se los alaba en "Cosi fan tutte", mejor elogio no hay.
ResponderEliminarFabrice
Un incentivante atributo masculino que imprime carácter al rostro.
ResponderEliminarTan bien pusto encima del labio superior, que algunos lo utilizan como complemento erotizante en partes sensibles.
Otros nos lo dejamos de jóvenes para realzar la masculinidad.
Nunca deja indiferente, como podemos ver en esta serie tan sugerente y ecxitante de hoy.
Test
ResponderEliminar