Del latín
seductĭo, la seducción es la acción y efecto de seducir. Provocar la atracción
de forma consciente es el objetivo de la seducción. Consiste sobre todo en inducir y persuadir a alguien con el fin de modificar su opinión o hacerle adoptar un determinado comportamiento o actitud, en otras palabras, también significa atraer o conquistar a una persona utilizando lo necesario para ello.
El significado habitual
del término está relacionado con lo sexual: seducir a una persona es
conquistarla para entablar una relación íntima (bueno, esto en el mejor de los casos). Y en este terreno, uno de los artilugios más efectivos para tal fin es insinuar lo justo en la justa medida y a su debido tiempo. Nunca de más, nunca de menos. Mostrar parte del todo, el comienzo de lo que el seducido deseará con fervor ver y disfrutar, dar un anticipo de lo que vendrá, prometer lo que se ofrecerá. Si no he sido lo suficientemente claro en palabras, me gustaría expresarlo en imágenes, así que aquí les dejo toda una galería para ello:
Ecxitante muestra la de hoy.
ResponderEliminarYo que habitualmente no uso calzoncillos, muy tempranamente descubrí su recomendable participación en la erotica del sexo. Los pantalones y calzoncillos siguen un orden para despertar la libido de mi acompañante. Yo disfruto siempre observando donde dirigen la mirada y el rostro de satisfacción que me transmite. Habiendo dejado puesta la camisa entreabierta, dosifico abrir lentamente... Los pantalones... Mostrando partes de lo que cubren, jugando con el movimiento del cinturón y la bragueta (con botones), o el elástico de los calzoncillos... Tanto por detrás... Como por delate... Todo el vello de mi cuerpo... Hasta el pelo de mi pubis... Y por fin el trofeo principal... Entre mis inglés... Siempre al llegar a este punto mis dolmens pectorales y mi verga muestran una singular anuencia.
La mayoria de los retratados tienen esos "bedroom eyes" que con una mirada ya nos tienen seducidos. Si muestran encantos adicionales sería por vencer alguna resistencia residual.
ResponderEliminarA estos con solo mirarlos se les dice : si, si y ya!!
Fabrice
Waufrid,
ResponderEliminarTu comentario minuciosamente detallado deja perfectamente clara tu manera de seducir. Porque claro, uno puede desarrollar incontables artimañas al momento de atraer al objeto de nuestro interés, pero no todo el mundo lo logra. Pareciera ser entonces que no cualquiera "es" un seductor. En mi opinión esta condición está muy ligada a la personalidad de cada uno. Por lo expresado, querido Waufrid, no nos queda duda de que "eres" un consumado seductor.
Fabrice,
Interesante este concepto del que seduce y el que no. Al que le decimos SIIIIII, sin pensarlo, y al que nos dejará impertérritos. Podríamos estar horas hablando de qué se necesita o qué se pone en juego a la hora de seducir. Qué hace falta? es la mirada? la sola apariencia lo hace a uno un seductor? la palabra? la edad? la manera de decir, de tocar, de caminar, de moverse? la ropa? el aroma corporal? o la conjunción de todas esas cosas y vaya a saber uno qué más?
Es verdad: no siempre se consigue seducir, y el estímulo seductor, es distinto en cada individuo. Por ello ver la reacción facial del destinatario es crucial. Yo soy un adicto al detalle estimulador...
ResponderEliminar