Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
Que gran aporte franco y que excitantes estos cuerpos de antaño y no tan antaño. Los que más me ponen son los caballeros 08-10-18-37-40-41-49-55-65-67 y el último. tienen ese sex appeal de las miradas, poses y sexualidad plena que los hace verse tan masculinos y a la vez muy naiv, que para mi hacen que me gusten y calienten mas. Saludos desde Tierra del Fuego,
ResponderEliminarA propósito, Mario es mi nombre
ResponderEliminarGracias, Mario, por tu comentario y por tus palabras. Abrazo!
Eliminar