La colección Long (tercera parte)

Josh Long
Tercera y última entrega de la Colección Long, en donde Josh deja bien claro que sus pelacos podrían infartar a más de uno. Rostro barbado y cejas pobladas, pecho con inquietantes vellos en forma de doble ramaje que invitan a un inacabable rastrillaje de  dedos, y un marcadísimo y piramidal treasure trail que invita a ir por el premio mayor. ¿Y quién no se aventuraría a oler su pubis selvático? Como si esto fuera poco, el dulce jovencito nos muestra que también desborda vellosidad en sus axilas de campeonato, en sus patorras magníficas y en su peludísimo culo, uno de los más bellos de toda la red.
Pero bueno, tal vez todo esto no sea del gusto de nuestro público, digo, ya que, curiosamente, Josh Long pasó desapercibido en las elecciones para Mr. VH. Misterios de la vida...




























-Es verdad. No tuve suerte en las elecciones para Mr. Vellohomo. Pero estoy tranquilo. Y no pierdo las  esperanzas. Tal vez... ¿quién sabe, dentro de unos 20 añitos... tenga más chance... ¡hasta entonces!

Comentarios

  1. es una pijoncita para las cosquillas el miedo es que el tipito se rompa a la primera sacudida.

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  2. Hola amigos!

    Ya lo dije en las otras dos entregas: es un bomboncito perfecto!

    Me resulta curioso que me guste mucho cuando sonríe y poco cuando está serio! Así que habrá que mantenerlo siempre contento... jajaja...

    Aún así, sigue siendo un bomboncito con una pelambrera perfecta y muy muy apetecible!

    Estás seguro Franco, de que no habrá una cuarta entrega...???

    Besos a todos!


    josss...

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  3. ¡Hola, amigos! Si hay algo que le tengo que agradecer a este lugar es que me ha dado a conocer gustos e impactos que yo por mi cuenta no habría logrado... y es que, en un momento dado, siento que los gustos por las delicias de los varones son como preguntar a los amigos por tal o cual restaurante ó película ó libro... quizás de primer golpe no te da confianza lo que ves, lo comentas en tu círculo y saltan voces dispares; con lo cual uno se anima más diciendo "ya escuché de todo... voy a hacerme mi propia opinión"... ¿y cuál es el resultado? ¡Un descubrimiento muy interesante, cómo no!

    Como ya lo he dicho en cada una de las otras entregas, Josh Long es una deliciosa promesa del futuro que ya desde el presente está dejando claro qué se puede esperar de él... intensidad, versatilidad, seducción... ¡muchas cosas ricas, de verdad! Desde ahora le estamos siguiendo los pasos y ya veremos el momento en el que el tierno y felpudo becerrito se convierta en un toro bravío digno de cualquier ruedo.

    Sobre los posts de días anteriores quisiera hacer un par de comentarios:

    Primero que nada, un recado para el Gaucho de Oro, mi inapreciable Franco: aunque tú no lo creas... ¡a Capetillo no se le dio mucho lo de descamisarse! De jovencito, cuando era parte de Timbiriche (un grupo musical que es parte de todos los que vivimos los 80's aquí en México) estaba en pleno crecimiento pero le gustaba lucir lo poquito que tenía; después, cuando empezó a ser estrella de telenovelas dejaba asomar muy de repente esos pelazos en fotos para las revistas faranduleras; pero ahora... ¡casi ni de chiste posa así en las fotos! No sé si sea por timidez, tal vez sea porque él no lo considera necesario... pero si de pura casualidad él viera este comentario yo le suplicaría, como dice una canción... Déjate ver.... ¡Por Diosssssssssss!

    Sobre el post vintage del domingo debo hacer una confidencia; sí me trajo ciertos recuerdos porque las facciones de Ben Cody, el bigotón modelo de barba partida y melena esponjada que aparece en varias imágenes, me recuerdan mucho al primer galán con el que llegué a salir y quedar de vernos... resultó interesante encontrar las semejanzas... ¿Qué pasó con aquél galán? Lo asusté... me entusiasmaba tanto la idea de volver a verlo y poder besarnos sin parar que a cada rato le llamaba a su trabajo para ver a qué hora lo podía ver... ¡errores de los que uno aprende! Ni modo; ya tenían que venir varios después de él pa' que yo aprendiera la lección.

    Y ahora que hablé de mi Guapetillo, hay ciertas cosas de él que creo que son similares a las de Josh Long; la sonrisa pícara, los pelazos rebeldes... lo que le da a ganar puntos a mi paisano es que sus facciones son más duras, mucho menosa tiernas... por eso cuando se enoja es de temerle; pero cuando se ríe... ¡es de derretirse!

    ¡Abrazos para todos!

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  4. Josss,
    Cuarta entrega de Josh??? Mmmm... supongo que sí, pero después de un par de años, así tanta dulzura no empalaga. (no sé si el tipo es dulce o no, pero creo que su apariencia sí)
    De todos modos, hay bastante material de este "bomboncito" en la red, así que es muy difícil para mí pasarlas por alto, ... seguirán yendo a los archivos de VH.

    Manu,
    GRacias, una vez más, por tus palabras al principio de tu comentario. Qué lindo es saber que pasa eso estando uno detrás del armado de este "muestrario de gustos" que es VH. De alguna manera, me doy cuenta de que coincidimos, pues alguna vez pensé que no podría apreciar nunca ciertas cosas que no me gustaban nada... y con el tiempo aprendí a saborear (y no hablo sólo de las comidas!). Aprender esas cosas depende de nuestra apertura, cosa bastante saludable, pero muchas veces difícil de practicar, verdad?
    Capetillo: sí!, lo comprendo... y lo sé.., de Capetillo no hay demasiado material gráfico, y menos del que nos interesa a todos nosotros, una lástima. Cuando lo veo en alguna reposición de sus novelas, es muy (pero muy) impactante ver lo hirsuto de sus vellos pectorales. Cuando hablás de que él dejó de mostrarse, pienso que tal vez haya sido por lo que muchos portadores de pelos así ¡tan abundantes! también se esconden: vergüenza. De alguna manera, esos matorrales son una evidencia indiscutible de toda la testosterona que estos machotes tienen. Es como si estuvieran mostrando sus genitales!!!
    Algo parecido a esto comprobé al ver el otro día una película de la Streep con Alec Baldwin, en donde él muestra su aún bello pecho, pero, claro, ya con unos cuantos kilitos de más. Sigue siendo velludo, claro... pero!... rasurado y recortado recatadamente (como si se les hubiera caído con la edad)... como si llevar esos pelacos naturalmente fuera antiestético, o, quizás, demostrativo de algo más sexual que no se puede mostrar tanto (admisible a cierta edad pero vergonzante en la madurez). Me dio esa impresión... y pensé que esa imagen de Alec era la sombra del esplendor de juventud. Aish...


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