Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
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ResponderEliminarThanks!!!
EliminarQ insinuara este laburante agarrandose la bolas?
ResponderEliminarNo sé..., a lo mejor le duela ahí después de trabajar tan duro...
EliminarUhm.no tiene pinta de dolor, sino mas bien de invitacion
EliminarQué cosa, che, lo zarpados que son algunos empleados...
EliminarUuuuyyyyy que invitación....y debe ser con tutti.
ResponderEliminarBueno, no tiene pinta de que la invitación es para algo leve...
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