De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Me quedo con el 21, un rabo contundente. Asome o no el glande, supongo que será tan grueso como su tronco. ¡Cuántos ortos habrá destrozado!
ResponderEliminarCon ese porte, sin duda los destrozó!
EliminarMuy buena selección de fotografia. En la diversidad esta la belleza... Fede
ResponderEliminarGracias, Fede. Un saludo!
EliminarQue dificil escoger !!!!!....los primeros planos uuuuy siempre me subyugan. El 21 antes que me destroce, que invada mi cavidad bucal dispuesta......
ResponderEliminarLo bueno es que cualquiera de estas opciones son capaces de invadir la cavidad que quieras...!
EliminarMe encantan las pollas pellejudas. Enhorabuena por el blog. Me encanta.
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