Dejame ayudarte

Solidaridad entre pares: cuando la mano ajena es bienvenida.
-¿Me permitís darte una ayuda?
-Sí, no sabés cuánto te lo voy a agradecer...







































































Comentarios

  1. Número 8, Jason Pacheco - aka Randy - dueño de una de las pollas más hermosas de la industria porno ya no nos deleitará con ella. Ha muerto la semana pasada 😪

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  2. Me gustan la #41 y la #52. Son la máxima expresión del vicio y de no poder/querer parar.

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  3. Entre varios actores porno, reconozco a dos en la foto 66, que he visto en revistas en mi juventud, pero que no recuerdo sus nombres. Sí sus fotos.
    E.e.

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    1. La foto 66 se debe haber escapado de la sección vintage. El señor de bigotes al que le están dando una mano es el legendario Chad Douglas 😛

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  4. Siempre tenemos que darnos una mano entre machos y amigos.
    A lo largo de mi vida he tenido y tengo muchos amigos de paja.
    Estaría bueno que nos contemos algunas de esas historias calientes , verdad?
    Les cuento una , disculpen la torpeza al narrar.
    Hace varios años estaba yo en un cine porno de Buenos Aires, en la última butaca, cuando llego un tipo muy bien vestido , con un abrigo.
    Se sentó en mi misma fila, y ya saben, mirada va mirada viene, hasta que se cambió de lugar para sentarse a mi lado. Ahí lo vi bien , era un tipo muy guapo, cabello castaño, bigote finito, muy masculino.
    En un rato nos clavamos una paja cruzada infernal. Los dos con buenas vergas, era invierno pero chivamos bastante, largamos mucho precum y acabamos en las manos del otro.
    El se levantó y se fue. Yo me demoré un rato, descansé, me acomodé la ropa y me fui al baño .Después me fui del cine, que estaba en una galería.
    Al rato veo que me sigue un tipo, era él. Me detengo en una vidriera y él se me acerca, se pone a mi lado sonríe, nos saludamos y me invita un café,( Lástima no conocía Vh sino lo hubiera traído), tenemos una muy buena conversación, nos gustamos ambos.
    En un momento me dice...¿ te gustan las sorpresas? Depende , le respondo.
    Me dice que lo espere y se va al baño. Al salir vuelve con el cuellito que usan los curas.
    Apure un sorbo de café, el se reía al ver mi mirada y yo le dije: sorpresa y media me diste!
    Quedamos muy amigos y nos hemos encontrado muchas veces a lo largo de los años para compartir buenos momentos y altísimas pajas!
    Se imaginan mi sorpresa verdad? Y que decir cuando me llamaba a un horario convenido, por teléfono público y nos clavábamos una tremenda paja de solo oír al otro gemir por fono!
    Un día , en un encuentro , me emocionó muchísimo...sin decir nada , pero con una mirada llena de ternura me tomó las manos, me las besó y las bañó con sus lágrimas.
    Fernando.

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    1. Fer!, qué historia hermosa, y a la vez caliente!
      Con tu relato me hiciste revivir ¡innumerables! momentos que tuve en esos encuentros furtivos en medio de la oscuridad de los cines pornos. Ahora que lo menciono, esas salas fueron para mí la manera de tener sexo circunstancial fuera del peligro de las teteras o de ciertos lugares de levante públicos. Cabe mencionar que entonces eran tiempos muy jodidos, y mis primeros contactos fueron todavía en dictadura militar. Incluso en los primeros años de la democracia la policía estaba muy activa en sus persecuciones y chantajes. Fui de sus tantas víctimas. Así que esos primeros cines pornos, muy precarios y sórdidos en un principio, fueron todo un descubrimiento. Empezaban a aparecer las primeras salas "condicionadas", y al poco tiempo ya existía el cine categoría "gay". El primero, creo yo, fue el "Cinesex", de la Terminal de ómnibus. Había 2, la otra sala se llamaba "Pasatiempo", pero al comienzo se suponía que era hétero. La Cinesex al poco tiempo abrió una especie de trastienda que funcionaba como cuarto oscuro. Cada vez había más habitués. En la pantalla se veía poco y nada, el aparato reproductor de video era una risa. Pero eso no importaba. Ah!, recuerdos. Después fueron pululando un montón de salas gay, y yo era un poco adicto a ellas. Me encantaba ir a media tarde porque se llenaba de oficinistas (casados, la mayoría), que eran una delicia.
      Tu historia terminó de una manera muy tierna. Y me encantó leerla.
      La única experiencia que yo tuve con un religioso fue en un baño del Aeropuerto de Ezeiza, en el pre embarque. En los mingitorios, último, en un rincón, había un cura con sotana franciscana (oh!!!, mucho morbo, no?????). El tipo se quedó mucho ahí por lo que la sospecha se transformó en certeza. Lo miré, lo miré mucho masajeando libidinosamente mi máxima erección la cual no tenía intención de ocultarle. Pero él -aunque por supuesto al tanto de todo- no osaba quitar la vista de la pared. Después de largos minutos en que no atinó a moverse casi, se acomodó la ropa y se encerró en un retrete. Bueno, me dije, eso ha sido todo. Pero casi inmediatamente abrió la puerta y salió vestido con pantalón y camisa, había dejado su hábito en el bolso. Volvió al mingitorio y ¡ahora sí!, como liberado de un peso terrible, dio rienda suelta a su masturbación. Tenía una verga hermosa, grande, cabezona y bastante peluda. Me acerqué y nos hicimos una paja entre los dos. Casi no me miraba. Era joven. Tenía anteojos, barba y bigote y un bellísimo pecho velludo que se dejaba entrever por la camisa abierta. Recuerdo que toqué sus pezones y él hizo lo mismo con los míos. Pero lamentablemente, la cosa no duró mucho. Enseguida anunciaron la última llamada para embarcar mi vuelo. Él saltó como un resorte y se metió de nuevo en el retrete. Salí intentando recomponerme, y me lavé las manos porque las debía tener con olor a pija. Recuerdo que viajaba a Chile, para hacer escala hacia EE.UU., imaginen mi sorpresa cuando al sentarme, el franciscano estaba sentado justo detrás mío en diagonal. Lo miré intermitentemente en todo el viaje, pero él no dio ninguna señal en respuesta. No iba solo sino con otros dos curas más. Bajó en Santiago y yo seguí viaje. Pero..., después de todos estos años (fue en 2004), aún recuerdo esa sensación de clandestinidad cuando él desahogó su deseo al quitarse el hábito.
      Mozo, otro café, por favor...!

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    2. Gracias Franco por tus palabras , y por tu historia!! Excelente historia , me imaginé todo lo que pasó, que tensión tenerlo después en el mismo viaje..faaa.!
      En cunanto alos cines porno sii conocí Cinesex también y ABC y varios más, el que te cuento es el de la galeria que da a calle Lavalle, y si la mayoría tenía su sala gay y varias supuestamente hetero! jajaja Cuántos recuerdos verdad?!
      Abrazo grande Franco!
      Fer.

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