Añoranzas

Sí, yo pongo mi mejor voluntad, pero a veces no hay pajas que alcancen.
Porque, ¿quién me iba a decir a mí que el Decreto 297/2020 que dictaminó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en todo el territorio argentino, también sentenciaría el inicio de mi abstinencia sexual?
Con todo y a pesar de todo, fue la medida más iluminada tomada en años, además del cierre total de fronteras, de la cancelación total de viajes de larga distancia y vuelos nacionales e internacionales, entre otras básicas disposiciones. Pero claro, en los primeros días ni siquiera me di cuenta de que habría una cancelación más, la de mi actividad amatoria en su aspecto más íntimo. Ahora, a 11 días de cuarentena, que ciertamente deberá prolongarse -pienso- indefinidamente, y físicamente aislado de mi amado y ansiado compañero, la "cancelación sexual" empieza a sentirse duramente.
En fin. Es momento de sacar los cojones de donde sea, respirar profundamente y cantarse mentalmente las una y mil versiones de "Resistiré" en todos los ritmos posibles. Hay que quedarse en casa, aunque el sexo (oh, divino tesoro tan inherente al ser humano) sea tan echado de menos. No puede ser tan terrible.
Tengo todo lo necesario para pasar confortablemente esta y las siguientes cuarentenas que hagan falta..., pero, entre las provisiones, me falta este vital elemento, ¡ay!:









































































Comentarios

  1. ¿Acaso hay algo más hermoso que ver el rostro de hombre barbado cubierto de esperma?

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  2. Sin duda, la culminación de un buen encuentro con el amante conocido, es el trofeo de lanzarle sobre donde quiera. Al tiempo que recibes la suya

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