Sí, siempre volverán, son ellos, los "letales". No necesariamente bellos, pero temibles. Temes enamorarte de ellos, temes que te hagan sufrir, temes no poder quitártelos de la cabeza, temes no pensar, temes que te miren, temes que no te miren, temes estar pendiente de sus llamados, de cada movimiento que hagan o no hagan, temes serles fiel, temes que te hagan feliz, temes que te hagan infeliz, y temes muchas cosas más porque son lo que son, adorables hombres letales que te harán sentir único, y temerosamente vulnerable.
No por nada para definir un hombre cabal se le describe como hombre de pelo en pecho.
ResponderEliminarAnte tanto despliegue las palabras no alcanzan, queda solo el "WOW" de asombro y goce.
Fabrice
Lejos de decir algo, sólo resta admirar, fascinado, o pasar a la acción...
ResponderEliminarCiertamente, el vello de los hombres cubriendo su pecho les hace irremediablemente irredistibles. Eróticos sin medida. Gravias por todo Franco.
ResponderEliminarEl vello en los pectorales masculinos lo hacen más atractivo, hasta el punto de pasar desapercibidos otros inconvenientes.
ResponderEliminarEn consecuencia realza la sensualidad.