Desde la primera vez que, siendo niño, me fascinó el torso desnudo de un hombre, sigo asombrándome ante la maravilla de sus formas. Que un hombre se quite la camisa es algo que, al estar aceptado socialmente en ciertos ámbitos, suele pasar desapercibido. Para mí -y sé que para ustedes también- es como si me montaran el mejor espectáculo erótico del mundo.
Bello el muñeco!
ResponderEliminarSí, bellísimo
ResponderEliminarPero SE necesita que alguien corte la uniforme del muneco mas abajo del pectoral para ver el pajaro. Hehehehe!!!
ResponderEliminarNO hace falta, con meter la mano es suficiente...!
ResponderEliminarClarisimo, pero is la uniforme esta cortado, no hace falta NUNCA, Hehehehe!!! Gracias Amigo Franco
ResponderEliminar